sábado, 12 de octubre de 2013

De Vikindos y Princesas... (2)

Hola chicos¿?!! ;) Aqui os dejo el segundo capitulo de esta historia! Espero que os siga gustando ^0^
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Capitulo II (Primer encuentro)



Amaneció en Berk, pero cuando me levanté habían pasado al menos un par de horas desde entonces. Me gustaría poder decir que me desperté por mis propios medios, pero no fue así.

-          Hipo!! – Gritó mi padre zarandeándome bruscamente ( Si, es un hecho, los Vikingos no somos delicados, lo siento).

-          Que pasa ¿?- Le pregunté somnoliento mientras me tallaba los ojos con la mano izquierda.

-          Míralo tú mismo.- Dijo señalando mi cama.

Cuando miré me horrorizé. Estaba todo hecho un desastre, parecía que un torbellino hubiera pasado por toda mi habitación.

La cama estaba desecha, los muebles revueltos, mis libros tirados y la ventana totalmente abierta.

-          Pero que ¿?!!- Me levanté de golpe tirando el taburete al suelo con el impulso.

-          Esa chica es revoltosa eh ¿?- Se burló mi padre – Te ha dejado la habitación hecha un auténtico destrozo.- se rio  Stoiko de su propio hijo.

-          Papa, no tiene gracia!- le grité inútilmente, él seguía riendo.- Donde habrá ido¿?- continué.

-          Pues eso tendrás que averiguar. Recuerda que tú eres responsable de ella, así que encuéntrala.- Me dijo tal cual.

“Como si fuera tan fácil” – pensé.

-          Aishh…- Suspiré- A ver qué remedio.

Avancé hacia la puerta de mi habitación, pero justo antes de alcanzarla me  caí de bruces al suelo.

-          AH!-grité sobándome la cabeza.- Como duele.- Me dije.

Me giré para comprobar con que me había tropezado y me enfade al descubrir que “alguien” me había atado el pie ortopédico con una sábana, en el cabecero de la cama.

-          Parece que le has caído bien a la chica, eh Hipo ¿?- Volvió a reírse mi padre.

-          Muy gracioso papa, no tienes otras responsabilidades que atender, más importantes que estarte burlando de tu hijo ¿? No sé mantener una aldea o gobernarla, por ejemplo- Ironicé mientras me desataba la sabana.

-          Venga hijo, meterse los unos con los otros es humor Vikingo- Dijo mi padre aun riendo y dándome unos golpecitos en mi espalda.

-          En serio, que le pasa a esta chica ¿?!La salvó y la cuido, y mira mi recompensa.

-          JAJAJAJAJA!-  Mi padre seguía riéndose mientras se agarraba el estómago.

-          En fin – dije levantándome ya desatado.- Voy a ir a por ella.

Esta vez ya, asegurándome de que no tenía nada que me impidiera el paso me dirigí hacia la puerta de mi habitación. Cuando me dispuse a salir mi padre me interrumpió.

-          Hijo.- Me llamó serio.- Recuerda que nadie debe verla, entendido¿?

-          Ya lo sé- le miré- Recuerdo muy bien las leyes de la tribu papa.- Le respondí.- Nadie sabrá que está aquí…



Desdentao y yo habíamos recorrido la isla entera, pero no habíamos encontrado ni rastro de la chica. Ya bastante cansados nos sentamos en el camino hecho de madera, que componía el puerto de la Isla. Miré al cielo. Dentro de poco oscurecería y a pesar de haber buscado a la chica desde las afueras del bosque hasta el puerto, pasando por todo el pueblo no la habíamos encontrado.

-          Nos hemos metido en un buen lio amigo.- Le dije rascándole la oreja.

De pronto  a Desdentao le sonó el estómago y el mío lo hizo poco después.

-          Es verdad. – Me dije.- No hemos comido en todo el día.-. Suspiré.- Puede que tengamos mejor suerte luego de comer, no crees campeón ¿? – Le pregunté sonriendo.

Mi dragón solo movió la cola animadamente mientras sacaba la lengua.

Mi sonrisa se ensanchó. En ocasiones Desdentao parecía más un perro que un dragón.

Nos pusimos en marcha dispuestos a ir a casa, pero cuando pasábamos justo por delante del último barco atracado en el puerto alguien apareció de su interior y nos asaltó.

Yo me asusté y levanté las manos como acto reflejo.

-          Quién… Quién eres ¿?- Me atreví a preguntar. Esa persona daba miedo completamente cubierta con una capa oscura que ni siquiera deja ver su rostro.

-          Aquí las preguntas las hago yo.

De golpe sacó un arco y una flecha y me apuntó a la cabeza.

-          Donde estamos¿?- Preguntó

-          Emm... Yo...- Me puse nervioso, a nadie le gusta que le apunten con una arma. Miré disimuladamente a Desdentao. Me sorprendí al verle tranquilo, como si esa persona no fuera peligrosa. “Desde cuando mi dragón era tan confiado ¿?”

-          Responde!!- Ordenó el encapuchado tensando más la cuerda de la flecha.

Fue entonces cuando Desdentao se alertó, preparándose en caso de emergencia para luchar, pero pude ver en su cara que no quería o tenía intención de hacerle daño.

-          En... en Berk, Estamos en Berk. – Dije rápidamente nervioso.

-          Berk¿?-Dijo aun apuntándome.- No estamos en Escocia¿?

-          Escocia ¿?- le pregunté dudando. – No conozco mucho ese lugar, solo he oído hablar de él. Creo que está a una cuantas millas de aquí  Unas 6 o 7 horas de vuelos creo.

-          Millas ¿? Y como he llegado aquí¿?- Siguió interrogándome

-          Llegar aquí ¿? Eso es imposible si hubieras venido desde otro lugar los Vikingos te hubieran capturado. No les gusta la gente que no es de la isla.

-          LA ISLA ¿?!! Un momento estamos en una isla ¿?!- Exclamó sorprendido y destensando la cuerda de la impresión.

-          Como puede ser que no sepas que…- Abrí los ojos dándome cuenta de algo.- Espera tu no serás…

Antes de terminar la frase Desdentao salió disparado hacia el individuo y se tiró encima de él.

-          NO! Desdentao espera- Grité- No le hagas daño! – Seguí mientras me acercaba.

-          JAJAJAJAJ- Oí una risa. – Basta animal! – Gritó el de la capa- Me haces cosquillas!

Cuando por fin puede ver bien me di cuenta que Desdentao estaba lamiendo la cara de una chica… de esa chica… ella…

-          Desdentao, déjala!- Le dije apartendole.

Mi mejor amigo se apartó y entonces se levantó.

La capa se le había movido y se le veía todo el rostro y el cabello.  La miré. Era la chica que había salvado.

Me miró penetrantemente.

Eran muy azules… sus ojos… mucho más de lo que creí ver la última vez…

-          Y bien ¿?- me dijo con el cejo fruncido.

-          Eh ¿?.. Ah!! Nada, nada.- le respondí avergonzado por haberme distraído mirándola. Desvié la mirada.

Hubo un corto silencio.

-          Quien eres ¿?  Y por qué me suena tu cara¿?- preguntó algo enfadada.

-          Yo soy... Hipo- dije torpe y nervioso.- Emm.. te salvé de aquél  oso y …

-          OSO!- exclamó.- No…

Vi cómo se ponía tensa y se tocaba su hombro izquierdo con la mano.

-          Has estado días durmiendo en mi casa a causa de tu herida. Te la he tratado, pero aun así te quedará un cicatriz.

Arrugó su frente cerrando exageradamente los ojos preocupada, mientras apretaba aún más su hombro.
“Que extraño”´- Pensé. “A las chicas les gustaba tener  marcas y heridas no¿? o al menos a las chicas Vikingas”.

-          No importa- Oí de ella mientras se giraba dándome la espalda.- Como regreso a casa ¿?- Preguntó con la voz apagada.

-          La verdad es que esta complicada la cosa- le confesé rascándome la nuca. “Además Desdentao estaba herido y no conocía otra ruta para volver a su hogar”. – Ven conmigo.- Le dije serio.

-          Como ¿?- Se giró extrañada.

Me sonroje al instante.

-          O sea ven a mi casa.- dije rascándome la nuca.- Así podremos hablar para aclarar las cosas.

Ella pareció estar de acuerdo porque asintió.

-          Angus!!- llamó la chica.

Del último barco Vikingo salió el caballo negro. La chica sonrió y le toco el morro.

“Hehe, que mona”- pensé

De golpe me arrepentí de lo que había pensado y giré el rostro cerrando los ojos. Apreté el puño.


 “ Se puede saber en qué pienso¿? Es solo una chica! Y yo solo quiero a Astrid. Es verdad… Astrid” – sonreí. “Es tan guapa...” . Seguí pensando en la Vikinga embobado. Dejé de apretar el puño.

-          Vamos ¿?- Me dijo la chica pelirroja.

-          Claro! – Le sonreí alegre. “Es normal que la miré es una chica y yo un chico al fin y al cabo, pero para mí solo es Astrid “.


Y así nos pusimos en marcha.

 En todo el camino no hablamos y la chica parecía mirarme de manera poco agradable.


Una cosa estaba muy clara, la primera impresión no fue nada buena.

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Y hasta aquí podeís leer! XD Que os ha parecido el primer encuentro entre Merida y Hipo¿?! XD Como será su relación a partir de ahora?¿ Podrá Merida regresar a casa¿? Y como es que lo del oso le preocupa tanto?¿ 

En fin eso se sabrá más adelante! Espero que os haya gustado mucho! ;D 

Opiniones ¿? :3

4 comentarios:

  1. Oh dioses! cada vez esta mejor, me encantan los pensamientos de Hipo *u*, Este capitulo en particular estuvo muy divertido de leer, Por alguna razón Astrid comienza a molestarme -.- ... Estoy esperando con las mismas ansias de siempre el próximo!! No te olvides de Avisarme!

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    1. claro que no! =D Cuando saque el proximo te lo digo!

      Muchas gracias por tu apoyo! >_<

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  2. "Es un hecho, los vikingos no somos delicados" XDXDXD, Pobre Hipo; lo atan con una sabana a su prótesis, se recurre la isla en busca de Merida y le apunta con un arma a la cabeza, Merida, estas siendo muy injusta con tu salvador. Hipo sigue enamorado de Astrid, con Merida de por medio... (por favor que no se convierta en un triangulo amorosa). Me ha gustado y me he reído con las ironías de Hipo, me lo imagina con la cara enfurruñada cuando su padre se pitorreaba de él.^^

    Perdona que no respondiera a tiempo, estaba con los estudios y eso. Besos, guapa ^^!!

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  3. Oh dios mio! Es genial! Mi pareja favorita <3

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