Capítulo VII
-
Aaaa!- gritaron todos al golpearse contra el
suelo.
-
Estáis todos bien ¿?- preguntó Jack,
levantándose tras el impacto.
-
Si…- murmuró Merida sobándose la cabeza.- Aún
estamos enteros.
-
Mmm…- gruñeron el dragón y el oso en respuesta.
-
Donde estamos ¿?- preguntó levantándose la
pelirroja.
-
Pueees…
-
Jack!- le llamó un hombre con una barba blanca.
-
Norte.- los ojos de Jack brillaron y una sonrisa
asomó de su rostro.
-
Veo que has podido traer lo que buscabas.- dijo
el hombre mayor mirando a los chicos.- Encantado, soy Norte el guardián de la
ilusión y Jack es mi heredero. – Sonrió el hombre alzando la mano a modo de
saludo.
Hipo se levantó también.
-
Hola.- saludó algo cohibido.
-
Norte, que ocurre ¿?- se acercó apenas elevada
unos centímetros del suelo, la Hada de los dientes.
-
Hada! - exclamó Jack al verla llegar.
-
Jack! - Gritó contenta al oírle.- Has vuelto!-
Lo abrazó.
-
Pero… si flotas…- murmuró Merida al ver la Hada.
Ella soltó a Jack y le sonrió.
-
Pues claro, soy una Hada, Merida.- sonrió
dulcemente hacia ella.
-
Como sabes mí…
Hada solo mantuvo una sonrisa dulce.
-
Ahora por ahora, mejor hablamos en la sala de Norte,
parece que ella no está bien.
Todos miraron a la pequeña figura de una chica castaña y
pelo corto.
-
Se ha desmayado…- dijo inspeccionándola Hipo.
-
Bien.- Norte se acercó y la cargo.- Vamos con el
resto.
_____________________________________________________________________________
Jack y los demás llegaron a la sala.
-
Chicos! -Exclamó contento el peliblanco al
reunirse de nuevo con sus compañeros guardianes.
-
Hombre! Mira quién llega por aquí!- respondió el
único conejo que había.- Te gustó mi broma del portal¿?- rio.- Que tal el
chapuzón¿?
-
Bien.- respondió Jack sonriendo de lado.- Aunque
yo prefiero las alturas, más que el agua.
Un pequeño hombrecillo anaranjado se acercó, saludando con
su pequeña mano.
-
Ei, Sandy!- se alegró Jack al verlo.
-
Bien, ya estamos todos.- dijo Norte, poniendo el
cuerpo de la pequeña chica en uno de los sillones delante de la chimenea.-
Supongo que Jack os habrá puesto al corriente de todo el asunto, verdad ¿?
-
Más o menos.- argumentó Hipo.- Aunque es muy
difícil de creer.
-
Haha!- rio Norte.- Lo sé, pero si no lo creyerais
no estarías aquí y tampoco nos veríais.
-
El problema es Sombra…- murmuró de mal humor
Bunny.- Es peligroso, y lo peor de todo es que está loco.
-
Entonces qué es lo que se supone que debemos
hacer ¿?- preguntó el joven Vikingo.
-
Bien.- Interrumpió Norte.- Propongo que por
ahora os toméis un pequeño descanso.- dijo mirando a Rapunzel.- Cuando ella y
todos estéis mejor, hablaremos del asunto.
Todos estuvieron de acuerdo, pues el duro viaje y toda la
nueva información les había agotado.
Jack se colocó sentado en el marco de la ventana en la que
siempre se ponía, era su sitio. Dejo su cayado a un lado y luego se puso su capucha.
Apoyo la cabeza en la ventana (que empezó a congelarse ante el pequeño
contacto) y cerró los ojos.
Hipo se sentó en el mismo sillón en el que estaba Rapunzel,
pues era lo suficientemente grande para los dos. Se tapó a él y a la chica con
una colorida manta rojiza.
Desdentao se posicionó estirado a los pies de su mejor
amigo, cercano a la chimenea con el fuego prendido.
Por su parte Merida se acostó en el suelo encima de una
alfombra con motivos navideños, usando a la osa como almohada y manta al mismo
tiempo. La luz y la calidez que desprendía la chimenea las acunó delicadamente
hasta quedarse dormidas.
-
Norte, crees que esto es lo correcto ¿?-
Preguntó Hada insegura.- Son solo niños.- continuó observándolos dormir.
-
No lo sé, pero es lo que la luna nos ha
encomendado, y nuestra última esperanza. Lo único que podemos hacer ahora, es
guiarlos.
Sandy asintió de acuerdo con las palabras de Norte, luego
hizo una flecha con la arena apuntando a la salida de la habitación, dando a
entender que era mejor irse.
-
Si, vámonos.- Corroboró Bunny.- Es mejor que
descansen.
Los cuatro guardianes dejaron la
estancia libre de ruidos y conversaciones.
-
AAAHHH!!- Se oyó un grito.- NO, NO POR FAVOR!
EUGENE!
Jack cayó de bruces al suelo ante el grito ensordecedor.
-
Noo!- continuó gritando.
-
Que ocurre!!¿?- Preguntó Norte irrumpiendo en la
sala.
-
Es la chica.- respondió Merida.- Algo le ocurre.
Los guardianes y Jack se acercaron a la joven castaña y la
rodearon, observándola. Sudaba y gritaba llorando.
-
Sandy, puedes hacer algo al respecto ¿?.-
preguntó Hada al ver su expresión.- Parece que sufre.
El pequeño hombre de arena examinó a la castaña y luego hizo
unos dibujos encima de su cabeza, soltando así su anaranjado elemento.
-
Una pesadilla ¿?- preguntó Jack.
Sandy asintió y extendió su pequeña mano hacia Jack.
-
Que es esto ¿?- miró el peliblanco.- Arena
oscura.
-
Esto es de Sombra, verdad ¿?- Comentó Hipo.
-
Si.- respondió Bunny.- Se la tuvo que poner en
algún momento en que la tenía presa.
-
Pero para que quería Sombra crearle pesadillas a
la chica ¿?
Nadie tenía la respuesta a la pregunta de Hada.
-
En todo caso Sandy, podrías ir deshaciendo las
pesadillas con tu arena ¿?
Él respondió asintiendo pero también les mostro que tardaría
bastante tiempo en hacerlo. Parecía que el Coco había mejorado su arte con la
arena oscura.
-
O sea que cada vez que la chica tenga que
dormir, tendrás que usar tu arena para calmar sus tormentos ¿? A menos que no
encontremos un remedio ¿?
El pequeño hombre volvió a asentir.
-
Bien, entonces hazlo. Evita que los malos sueños
se apoderen de ella.
Mientras Sandy usaba su arena con la chica, el resto
volvieron a acomodarse esperando ansioso a que todo pasara.
_____________________________________________________________________________
-
Mmm… Donde
¿? Donde estoy ¿?.- se oyó en todo el silencio de la sala.
-
Te encuentras bien ¿?- preguntó Hada.
-
Quien eres ¿?- dijo incorporándose.- Y donde estoy
¿?
Al levantarse pudo reconocer a tres jóvenes que se
encontraban allí, los mismos que se la llevaron de la torre, y los mismos que abandonaron
a Eugene a su suerte.
Jack se dispuso a acercarse a ella.
-
Ei.- La saludó aún con la capucha puesta.- Estas mejor ¿?
La castaña se retiró unos pasos atrás. Jack se detuvo.
-
Eh, es que no me reconoces ¿? Mira, soy yo.-
confirmó retirándose la capucha.- El que te salvo de…
-
No!- Jack se quedó inmóvil.- No te me acerques.
El joven Frost se extrañó, pero no estaba dispuesto a
conformarse con esa respuesta.
-
Se puede saber qué te pasa ¿? Nosotros te
salvamos! Porque tu…
-
Jack.- Hipo lo llamó.- Ahora no es el momento.-
Le puso la mano en el hombro izquierdo.- Esta asustada.
Jack la miró y pudo comprobar lo que Hipo le decía. La
mirada de ella era de pavor, pero porque ¿?
-
Escucha.- se oyó la voz de Norte.- Rapunzel,
verdad ¿?
Ella asintió.
-
Tranquila, no te asustes, me llamó Norte.-
sonrió afablemente el hombre ya mayor.- ven conmigo, te contaré todo lo
ocurrido, de acuerdo ¿?.- La joven de ojos verdes tembló ligeramente,- No
tengas miedo.- continuó con voz suave.- Vamos ven conmigo.- extendió su mano
lentamente.
Ella la acercó temblando y se la dio a Norte. Él la agarro y
la dirigió hacia la puerta de la sala.
-
Hada, acompáñanos.- ordenó el hombre abriendo la
puerta de la sala y saliendo por ella con la chica.
-
Claro.- asintió el ser feérico, saliendo
también.
Jack observó la puerta y se dejó caer encima del sillón.
Bufó hastiado.
-
No te lo tomes así Jack.- Comentó Hipo al verlo.
-
El chico tiene razón. Además si te pones
nervioso empezaremos a tener frio incluso aquí dentro.
-
Cállate, canguro. – mal respondió el guardián de
la alegría.
-
Soy un conejo!
Sandy se puso en medio con los brazos en alto y los
tranquilizó, quedándose en un corto e incómodo silencio.
Jack suspiro.
-
Y ahora que hacemos ¿?- preguntó Merida.
-
Ni idea.- se volvió a poner la capucha Jack.
-
Y piensas quedarte aquí sentado sin hacer nada ¿?-
se quejó la única chica de la habitación.
El joven guardián no respondió.
-
Chicos creo que ahora no es momento. - Los
interrumpió Hipo.- Por ahora solo podemos esperar a que regresen.
-
Y aquí tenemos al heredero más sensato de
todos.- habló Bunny con orgullo.- Como se nota que eres el mío.- rio de lado.
Hipo fijó su mirada sorprendida en él.- Debemos confiar en Norte.- continuó.
-
Entonces porque…- murmuró Jack.- Porque
reaccionó de aquella manera ¿?
Todos los presentes agacharon la mirada sin saber que
responder.
-
Cree que la hemos traicionado.- soltó Merida
llamando la atención de todos.
-
Que ¿?- articulo el ojiazul.
-
Dijimos que los salvaríamos.- continuó seria.- A
ambos.
Jack recordó al otro chico castaño y con perilla.
-
Pero… si no lo dejábamos, nosotros también…
-
Eso da igual.- Le cortó ella.- Ahora mismo para
ella somos las personas que abandonaron a alguien importante de su vida.
-
Estaba muerto!- se tensó Jack. Los ventanales
empezaron a congelarse por dentro.- No teníamos opción. Era la mejor decisión!!
Ella negó con la cabeza un par de veces.
-
No se trata de lógica Frost.- siguió la
pelirroja.- si no de sentimientos. Aunque fuera la mejor opción yo jamás
abandonaría a mi madre.- Señaló a la osa. Esta la miró atenta.- Lo comprendes ahora
¿?
Jack pareció desinflarse de golpe al entender las palabras
de Merida. El hielo se detuvo.
-
Y Hipo.- nombró la chica.- No prometas cosas que
no puedas cumplir.- A Hipo pareció dolerle esas palabras.- Sé que no lo hiciste
con mala intención, pero le diste esperanzas y luego se las arrebataste.
A Hipo le costaba respirar.
-
Y eso…- Continuó ella.- Es muy cruel.
Y esas palabras fueron lo suficientemente duras como para
hacer que a Hipo se le encogiera el corazón de un solo golpe.
La madre de Merida le tocó el hombro, parando a su hija.
Luego negó con la cabeza indicándole que ya era suficiente. Ella suspiró y se
sentó delante de la gran chimenea de fuego.
Hipo se dejó caer en el sillón y Desdentao se le acercó
lamiéndole la mano.
Justo entonces la puerta se abrió y Norte regresó con la
chica llorosa y Hada.
-
Bien Rapunzel, siéntate querida.- Ella asintió a
Hada. Se colocó al otro extremo del mismo sillón donde estaba Hipo sentado.
-
Chicos.- Habló Norte.- Sé que aún no hemos
podido hablar de todo esto, pero creo que por ahora ya hemos tenido bastante.
Mañana nos pondremos al día y decidiremos que hacer.- Todos asintieron sin
rechistar. No había nada de energía en el ambiente.
-
Bien pues. Descansad, que mañana va a ser un día
duro.
Los cuatro guardianes salieron del salón y se dirigieron a
sus aposentos a descansar. Poco después de que se fuera Rapunzel quedó dormida
casi al instante sin mediar palabra con nadie más. Los otros tres también se
dispusieron a volver a descansar hasta al alba.
Habían pasado algunas horas y Jack se encontraba es su
ventana sentado en el marco. Estaba nervioso, porque se sentía culpable
respecto a esa chica. Harto de intentar dormir y no lograrlo se levantó dispuesto
a cumplir un plan que le rondaba por la cabeza desde hacía varias horas. Casi amanecía,
así que si quería llevarlo a cabo tendría que hacerlo antes que los demás despertaran.
Sacó del bolsillo de su sudadera el pequeño saquito con el que llevaba las
esferas de los portales. Por suerte aún las tenía en su poder.
-
Jack ¿?-preguntó en voz baja Hipo al percatarse
de que el peliblanco andaba de un lado a otro.- Que ocurre ¿?
-
Yo… debo marcharme…
Hipo se levantó silenciosamente.
-
Irte ¿? Donde ¿?- preguntó confuso.
-
Yo… iré a buscar a ese chico.- respondió sacando
la esfera con la marca de arena y mostrándosela a Hipo. – Lo voy a traer de
vuelta…-afirmó serio como pocas veces.
____________________________________________________________________________________
Y por fin subo el séptimo capitulo de Guardias del Mundo!! xD Siento tardar en subir los capítulos, pero no puedo estar más ocupada y sinceramente si quiero escribir la historia tal y como quería hacerlo desde el principio debo tener paciencia para contarla adecuadamente.
Dicho esto espero que sigáis disfrutando de esta historia y me comentéis que os ha parecido el capitulo. Espero no tardar tanto para subir el siguiente capitulo! ;)
Opiniones¿? ^^